miércoles, 30 de marzo de 2016

Bienvenida


Hablar del campo mexicano, es hablar del desastre que ha ocurrido en el. Esto responde a a los cambios abruptos en las políticas económicas y de desarrollo, nada favorables a las condiciones de esta actividad, en términos netamente comerciales. Tras treinta años de neoliberalismo, los saldos son desalentadores en los ámbitos económicos, sociales y medioambientales. Habrán otras oportunidades de profundizar en ello. 
Por lo pronto, más allá de acercar las navajas afiladas a las venas y los cañones a la cien, con este blog pretenderemos, a partir nuestras visiones de la realidad y con el riesgo del sesgo causado por nuestra miopía, astigmatismo y demás males de índole oftalmológico, expresar libremente las opiniones sobre el sector, vinculándolo a la importancia (o falta de esta) del establecimiento y evolución de las formas en que la producción primaria se puede vincular a los mercados de maneras alternas al modelo agro-exportador.
Si hablamos de producción pecuaria, la situación del campo y su vinculo con los mercados, ¿porque el título del blog?. La respuesta es simple, pero no superficial. El humano es el eje de estos aspectos. Somos, como especie, un animal bastante peculiar. Tenemos la capacidad de moldear de una manera increíblemente bella, pero con impactos inimaginables, nuestro medio ambiente en nombre de muchas cosas, desde la comodidad y satisfacción de necesidades, hasta los ideales del progreso y del orden mundial. En todo esto están presentes los intercambios, el uso de recursos naturales y decisiones tanto económicas como políticas.
Es decir, respondemos, no a la verdad, sino a lo que creemos. Por lo tanto damos un deposito de valor y de sentido de la existencia a una serie de aspectos simbólicos de ella misma. Estos son tan variados como individuos existen en el planeta, pero por fortuna, también tenemos muchas similitudes. A través de estas coincidencias haremos el mundo que deseamos.
Entonces, lo sagrado, por ser fundamental para la vida, es la tierra, la Pachamama para los antiguos Incas. El sustento donde se obtiene no solo el alimento y el agua, también brinda el espacio donde situarnos en el tiempo, los recursos para iniciar cualquier proceso productivo y nos brinda las materias primas, gracias a las cuales se produce todo lo que consumimos.
Sin embargo, las creencias cambian, lo originalmente sagrado se ha “cosificado” y se le brinda mayor culto a las posesiones y al símbolo de poder dado por el dinero. Hoy la Pachamama no es mas que un elemento de la triada económica clásica, capaz de producir rentas diferenciadas, la que puedes poseer e incluso mercar. Esta nueva creencia nos ha brindado un nivel de comodidad jamás pensada siquiera por nuestros padres, mucho menos por nuestros abuelos.
Pero como toda creencia es falible y subjetiva, esta subjetividad es mermada por el conocimiento y el debate respetuoso de ideas. Con esta pequeña introducción abrimos el debate sobre la valoración, el uso aprovechamiento y vinculación del sector pecuario a los mercados. Los invito a compartir sus ideas y conocimientos. A construir, con libertad, humor y usando el don de la palabra, este espacio donde se plasmaran nuestras utopías. Que en voz de Eduardo Galeano, sirven para avanzar.  
   

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