Hablar
del campo mexicano, es hablar del desastre que ha ocurrido en el.
Esto responde a a los cambios abruptos en las políticas económicas
y de desarrollo, nada favorables a las condiciones de esta actividad, en términos netamente comerciales. Tras treinta años
de neoliberalismo, los saldos son desalentadores en los ámbitos
económicos, sociales y medioambientales. Habrán otras oportunidades de profundizar en ello.
Por lo pronto, más
allá de acercar las navajas afiladas a las venas y los cañones a la cien, con este blog
pretenderemos, a partir nuestras visiones de la realidad y con el
riesgo del sesgo causado por nuestra miopía, astigmatismo y demás
males de índole oftalmológico, expresar libremente las opiniones
sobre el sector, vinculándolo a la importancia (o falta de esta) del
establecimiento y evolución de las formas en que la producción primaria se puede vincular a los mercados de maneras alternas al modelo agro-exportador.
Si
hablamos de producción pecuaria, la situación del campo y su vinculo
con los mercados, ¿porque el título del blog?. La respuesta es
simple, pero no superficial. El humano es el eje de estos aspectos.
Somos, como especie, un animal bastante peculiar. Tenemos la
capacidad de moldear de una manera increíblemente bella, pero con
impactos inimaginables, nuestro medio ambiente en nombre de muchas
cosas, desde la comodidad y satisfacción de necesidades, hasta los
ideales del progreso y del orden mundial. En todo esto están
presentes los intercambios, el uso de recursos naturales y decisiones tanto económicas como políticas.
Es
decir, respondemos, no a la verdad, sino a lo que creemos. Por lo
tanto damos un deposito de valor y de sentido de la existencia a una
serie de aspectos simbólicos de ella misma. Estos son tan
variados como individuos existen en el planeta, pero por fortuna,
también tenemos muchas similitudes. A través de estas coincidencias
haremos el mundo que deseamos.
Entonces,
lo sagrado, por ser fundamental para la vida, es la tierra, la
Pachamama para los antiguos Incas. El sustento donde se obtiene no
solo el alimento y el agua, también brinda el espacio donde situarnos
en el tiempo, los recursos para iniciar cualquier proceso productivo
y nos brinda las materias primas, gracias a las cuales se produce
todo lo que consumimos.
Sin
embargo, las creencias cambian, lo originalmente sagrado se ha
“cosificado” y se le brinda mayor culto a las posesiones y al
símbolo de poder dado por el dinero. Hoy la Pachamama no es mas que
un elemento de la triada económica clásica, capaz de producir
rentas diferenciadas, la que puedes poseer e incluso mercar. Esta
nueva creencia nos ha brindado un nivel de comodidad jamás pensada
siquiera por nuestros padres, mucho menos por nuestros abuelos.
Pero
como toda creencia es falible y subjetiva, esta subjetividad es
mermada por el conocimiento y el debate respetuoso de ideas. Con esta
pequeña introducción abrimos el debate sobre la valoración, el uso
aprovechamiento y vinculación del sector pecuario a los mercados.
Los invito a compartir sus ideas y conocimientos. A construir, con
libertad, humor y usando el don de la palabra, este espacio donde se
plasmaran nuestras utopías. Que en voz de Eduardo Galeano, sirven
para avanzar.